miércoles, 5 de abril de 2023

Carta número 1.

Nunca he sido de terminar nada. Pero nada. Siempre empiezo todo una y otra vez, dejo todo a la mitad y me voy antes del final.

Pero contigo no quiero que eso pase.

Llegaste a mi vida de imprevisto, sin quererlo ni comerlo, sin pensar que lo necesitaba. Pero realmente lo necesitaba y ni lo sabía. No tenía ni idea.

En algún momento pensé que eso no me podría ocurrir. ¿A mi? ¿La tarada que nunca consiguió que algún chico se fijara en ella? Jamás. 

Soy un pozo de inseguridades las cuales no saben ni quieren saber cuan de hondas son. No pensé que nadie me aceptaría, me aguantaría y estaría ahí para mí. Ya que nunca nadie lo estuvo. Y tras 19 años no creía que la cosa cambiara.

Pero lo hizo.

Y ojala supieras lo mucho que me has ayudado en todo. Has visto mi peor faceta, la que ni yo sabía que tenía y aún te quedaste. La que ni yo misma aguanto. La que todos cuando la ven huyen. Pero tu te quedaste, me seguiste dando amor, cariño, tranquilidad... cosas que nunca conocí. Y pensé, que estarías para siempre. 

Quizá fui ilusa, quizá di todo por sentado. Porque ojalá terminar esta carta de esta manera. Con un buen sabor de boca y un final feliz. Sólo que esto es el mundo real y no sé hasta que punto eso puede existir o llegar a pasar. 

Aún queda mucho por hacer, conocer, llorar, sufrir y reír. Sólo espero que pueda contar esta historia contigo a mi lado. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario